El Realme Watch tiene una caja cuadrada con las esquinas curvadas y un botón en el canto derecho que permitirá realizar acciones. Pesa 21 gramos y se acoplará a nuestra muñeca mediante una correa de 20 milímetros que se podrá conseguir en dos acabados: clásico o deportivo. En la parte inferior tenemos el sensor de ritmo cardíaco, que se encargará de medir nuestra pulsación en tiempo real. También es capaz de medir el nivel de oxígeno en sangre mediante un sensor SpO2 relativo.

En cuanto la pantalla, el Realme Watch cuenta con un panel de 1,4 pulgadas (3,5 centímetros) con 320 x 320 píxeles de resolución. Es táctil y a color y desde ella interactuaremos con el dispositivo. Esta no ocupa todo el frontal del reloj, sino que tiene unos generosos marcos a los lados. Realme presume en su web de resistencia y afirma que tiene certificación IP68, que soporta hasta siete kilos de tensión, que la correa se puede abrochar y doblar 3.000 veces y que el botón soporta hasta 100.000 pulsaciones.